CONTEXTO DEL COLEGIO DISTRITAL LOS PINOS
El
colegio Distrital Los Pinos se encuentra ubicado en el barrio los Laches,
localidad Santafé de la ciudad de Bogotá, los estratos socioeconómicos
del plantel educativo son 1 y 2. Por consiguiente se elaboraron
diferentes estudios respecto al entorno exterior e interior del colegio, en
donde se encontraron diversos aspectos en la cotidianidad de la comunidad
estudiantil.
El
contexto del colegio es inapropiado para los estudiantes, ya que en la zona se
encuentran pandillas, problemas de prostitución en adultos, explotación sexual
de niños y adolescentes, maltrato infantil y violencia contra la mujer.
De acuerdo a la experiencia vivida en el plantel un 5% de las niñas con edades
que oscilan entre los 11 y 13 años quedan embarazadas siendo por lo general
madres solteras. La institución educativa es de estructura pequeña, hay un
parque al frente donde salen los niños a su clase de educación física debido a
que dentro del colegio no hay zonas verdes ni espacio suficiente para su
recreación. La planta de docentes es de 36 profesores entre primaria y
bachillerato para las jornadas mañana y tarde.
En
la jornada de la mañana de la sede de bachillerato son nueve cursos desde grado
sexto hasta grado once, cada curso es de mínimo 36 y máximo de 43 estudiantes,
aproximadamente el 10% están en extra edad para el nivel académico en que se
encuentran, en sexto se ven niños desde los 11 años hasta los 16 años, esto
genera un problema de contextualización, pues se han visto casos en que los
menores de 16 años abordan de manera inapropiada a niñas de 11 años sin tener
en cuenta la diferencia de edad. Por otra parte en los cursos más avanzados
cómo decimo se ven estudiantes de 20 años que desafortunadamente toman el colegio
cómo una diversión y fomentan comportamientos negativos entre los chicos, que
pese a su contexto, siguen con una buena conducta y tienen como objetivo
principal sacar adelante su estudio.
Sin
embargo, el micro tráfico dentro del colegio se da justamente por estos
educandos que pierden la objetividad en el aula de clase y solo van a pasar el
rato y a hacer “negocio” con los que ya están muy metidos en las drogas o a
quienes van influenciado poco a poco.
No
obstante, al ser el colegio tan pequeño, es imposible no darse cuenta de estas
pequeñas redes de micro-tráfico, y no solo con el expendio de drogas sino
también con el consumo de estas, pues el olor junto a los salones es imposible
no notarlo, es preocupante que estando en clase con niños de sexto, se sienta
el olor a marihuana de una forma absurda, esto afecta de una u otra manera a
los niños que terminan siendo víctimas inocentes de este contexto en el que se
da una lucha diaria entre la educación y las costumbres y prácticas inadecuadas
dentro del plantel.
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